El Pueblo de los Perdidos, en los confines del Mundo

... Ya, tengo su atención? Bien. Vamos al grano.

Ya que estamos menos activos que la inactividad misma, vamos a abrir una historia-rol de estilo libre.

Es decir: no hay trama previa, no hay un objetivo a buscar, no hay una forma especifica para crear a un personaje, no hay un villano especifico al cual vencer, o lo que en resumen se podría decir: no hay nada preestablecido, y la historia se desarrollara como quiera desarrollarse.

Son libres de crear un personaje cualquiera con habilidades cualquiera de cualquier contexto de ficción, ciencia ficción, fantasía, etc, sin necesidad de una historia previa y completamente a su gusto y personalidad.

Sencillamente nos reuniremos en un pequeño pueblo perdido en el mapa en los confines del mundo no explorado (?) en el que el centro de actividad es una posada que recibe a los viajeros.

Y de ahí, a ver que pasa.

La idea de este pequeño rol simple viene de un rol similar, ambientado en una posada en un camino lejano en el antiguo foro de naturalkimia, del que provenimos varios miembros de aqui, y que acabo por convertirse en la columna vertebral del sitio. No se si lleguemos siquiera cerca de lo que ese rol llego a ser, pero espero que sea igual de ameno y divertido.

En fin, sin mas, vamos a empezar con esto.

Suerte y locura a todos! (?)


En un lugar lejano, en un camino lejano, olvidado por los mapas, los cartógrafos y las caravanas, había un pequeño pueblo. Un pequeño pueblo perdido por el que apenas pasaban los aventureros perdidos y los viajeros excéntricos.

En aquel pueblo olvidado, con poco mas que un par de casas y tiendas de pieles, hay una posada de aspecto antiguo. En ella se reúne todo el pueblo y los viajeros que por ahí pasan. Sus antiguas paredes resuenan con baladas y cantos de borrachos de tiempos en los que el pueblo era una simple posada en un camino lejano, hacía ya tanto tiempo que nadie lo recordaba.

Y a esa posada, en un pueblo perdido, en un camino lejano, entró un nuevo aventurero perdido. Un elfo de una raza raramente vista, de piel extrañamente bitonal y con marcas como antiguas runas en su cuerpo. Tenia el cabello negro, pero por "debajo", aquellos mechones que caian hacia el cuerpo, era azul. Sus ropas ajadas eran un "poncho", o mas bien una capa de viaje convertida en uno cubriendo los hombros y parte de su pecho desnudo, un pantalon de cuero y piel ya gastado, y botas con algunos remaches metalicos en la punta y la pantorrilla. De su cinturon de cuero grueso colgaban dos sables de extraña facción y un par de pequeños bolsos cargados con muchos materiales raros. Ah, y tenia cola. Una delgada cola larga rematada en punta, algo mas gruesa que la de un diablillo.

Aquel extraño viajero entró en la posada cuando el viento abría la puerta, como dándole paso. Se acercó a la barra, con la mirada de medio bar puesta en él (y la otra mitad en bebidas y juegos de azar) y pidió al hosco tabernero en voz relativamente "tranquila":

-Una limonada- dijo -y bañela con algo de vodka. Llevenlo a mi mesa, por favor-

Dicho esto, el extraño "elfo" se sento en una mesa vacia cercana a la entrada del local, a esperar, mientras acariciaba la empuñadura de su sable mas corto y parecía meditar... o acaso escuchaba? nadie lo sabia ni lo supo jamas, sigue siendo un misterio.

Y ahi esperó...

Entonces, de la nada, en todo aquel establecimiento a mitad de la nada, se sintió algo raro, algunos se agitaron, otros empezaron a verse entre ellos, incluso hubo quién abandonó el lugar...Poco después se abrió, en el techo, una especie de portal; inestable, de colores que iban desde blanco hasta un rojo inteso algo bastante cambiante, no apto para epilépticos.
Hubo un silencio brutal, sólo comparado con el enloquecedor sonido del vacío...Pasaron un par de minutos con aquella cosa sobre la cabeza de todos...Nadie se atrevía a decir nada.
Justo cuando un valiente estaba a punto de soltar algo, de aquella masa mágica, cayó una enorme roca, la cual era de un color morado, algo transparente, que dejaba ver un centro amarillo, brillante.
Pasaron un par de segundos más y un cuerpo salió prácticamente disparado de aquel portal que la mitad de los seres vivos en ese lugar miraban con tan extraña curiosidad y/o miedo..Ese tipo de cosas no suleen suceder en un lugar así... Eh.
Aquel cuerpo cayó sobre la roca, rebotó y terminó rodando un poco por el piso, quedando frente a un par de mesas, cerca de la entrada del lugar.
Era una  chica. Eso que había rebotado, era una extraña y relativamente pequeña chica que tenía la piel grisácea,con el pelo largo y liso; poseía, además, un par de orejas felinas y un par de colas (ligeramente felpudas), de color negro. Aquella chica sin nombre, desparramada en el suelo, vestía((Como amo describir nojoda))  unas pseudo-botas metálicas, unos guantes negros de algún material elástico y brillante, una falda a la medida con una capa a la cintura ((Nii dea de como describir eso : DD)) con algunos diseños en ésta. Además tenía un simpático cascabel atado a una gargantilla de diseño extraño.

En lo que algunos curiosos detallaban a la chica de lejos, el portal escupió, por último, un sombrero típico de una bruja. Luego, así como llegó, el portal se cerró y el ambiente dejó de sentirse de tan anormalmente anormal(?).

La chcia abrió los ojos dejando ver un intenso color rojo. - ¿Eh? - Fué lo que soltó al tiempo que intentó levantarse, sin mucho éxito que digamos (??????).

Mientras tanto a las afueras de aquel pueblo olvidado, una misteriosa figura caminaba con el viento como único acompañante, su rumbo, el pasado de alguien cuya existencia marco para siempre la del desconocido individuo, escrito en un diario chamuscado y con ligero aroma a manzana y canela, al llegar al dichoso poblado lo contemplo por unos momentos.

- Se supone que aquí se encuentre solo un bar perdido en mitad de la nada –murmura para sí mismo divisando a lo lejos una única y peculiar posada.

Camino hacia está, pues allí es donde encontraría las respuestas a sus preguntas, el pueblo alrededor se ve agradable, y sin duda podría pasar en ese lugar una temporada, pero por ahora le preocupaba era revisar el local de hospedaje que lo trajo hasta este lugar olvidado por el tiempo. Al abrir la puerta de este vio a una niña gato de dos colas tirada en el suelo y como un gorro le caía en la cabeza de un portal que se cerraba sobre ella, la miro por unos instantes y se dirigió a la barra, se sentó a dos puestos de un extraño tipo de elfo o algo por el estilo.

- Buen dia señor, que desea –pregunta un ya preocupado bar tender debido a lo sucedido hace unos momentos.

- Un café -respondió vagamente mientras removía la capucha de su túnica dejando ver su rostro, tez blanca y ojos como jade, tenía un pequeño corte en la ceja izquierda, a simple vista era un humano ordinario excepto por un detalle, su enmarañado pelo color verde.

Presencié los eventos que ocurrían con relativo interés, sobre todo comparando con buena parte del bar, que sencillamente siguió con el juego y la bebida.

"este tipo de cosas deben pasar aquí bastante a menudo" supuse mentalmente mientras enroscaba mi cola alrededor de la pata de la silla donde me encontraba sentado.

Casi inmediatamente después de que el peliverde pidiera su café trajeron mi limonada. La olí antes de tomarla: definitivamente tenía vodka en ella, quizá algo más que un simple baño superficial. Tome un trago, quitándome la sed del camino.

Luego me puse en pié y le hice señas a la chica-gato para que se acercara a sentarse en mi sitio. Me acerqué al peliverde, quedando de pie a su lado, con un codo apoyado en la barra.

-Parece un día concurrido por aquí- dije, casi como si hablara conmigo mismo -¿Alguna vez habías pasado por este pequeño pueblo antes? Mi pueblo hace mucho que no viaja más allá de sus tierras, y tengo la impresión de que el mapa que tengo esta muy desactualizado. Creía que aquí encontraría solo esta posada, pero resulta que hay un pueblo entero. Ahora creo que estoy algo perdido ¿sabes algo de estas tierras?-

- de por si que este recinto aparezca en tus mapas es mas de no esperado -contesto sin mucha energia- mas sin embargo no dudo que cosas asi pasen a diario.

"por lo menos a partir de ahora" pienso para mi mismo mientras volteo hacia otro lado, tratando de evitar conversar con el elfo

- tengo curiosidad -dice el elfo bastante entusiasta- que te trae por aqui? y por que ese cabello verde?

suspiro, sabiendo que no se iría en un rato, no entiendo como llame la atencion del elfo, HABIA UNA CHICA GATO TIRADA EN EL PISO CON UN PORTAL EN LA CABEZA!!

- Solo vengo de paso -mentí, no entiendo por que preguntaba eso a un completo desconocido

- y tu cabello? -insiste con esa pregunta

- su café señor -me sirven una taza humeante de café oscuro

"odio el café negro" pensé "es muy amargo" di un sorbo ignorando épicamente la pregunta del elfo

- y tu orejón -le dije con una mirada un poco cínica- por que estas tan alejado de los territorios elficos?

Repentinamente estalle en una carcajada algo sonora, distrayendo a un par de personas de sus tragos por un momento.

-... ¿dije algo divertido?- pregunto el peliverde.

-Disculpa- respondí -es que encuentro divertido el haber sido confundido con un elfo 14 veces en las ultimas 36 horas-

El peliverde me miro un momento, sobre todo a las orejas -... no eres un...?-

-¿Elfo oscuro? ¿elfo nocturno?- solté un par de risas mas -no, no soy elfo de ninguna raza, aunque son mis parientes lejanos-

Me acerqué un poco más al peliverde y baje un poco la voz.

-Soy un demonio-

Pude percibir una ligera tensión en el peliverde al escuchar esas palabras. Todos reaccionaban igual, muchos incluso desenfundaban sus armas y atacaban sin pensar siquiera.

Pero el peliverde permaneció apoyado en la barra. Me estaba cayendo bien.

-... bueno, en gran parte lo soy. Mi pueblo aun conserva una pequeña parte de su herencia élfica. Podrias decir que soy 70% demonio y 30% elfo, pero demonio a fin de cuentas-

-¿demonios-elfo? nunca escuche hablar de algo asi- susurró el peliverde.

-Es normal, muy pocos saben de los demonios ceniza de zafiro. Así nos hemos hecho llamar, tomamos el nombre de la montaña MagmaZafiro, donde está nuestro hogar... por cierto, no me he presentado. He recibido un par de nombres en mi vida, pero por lo general me llaman Rygnis ¿y tu eres...?-

Después de un par de minutos pude levantarme; recogí mi gorro y me acomodé en el lugar más cercano a mi adolorido trasero.

Malditos portales... -Refunfuñé mientras me sobaba un poco la espalda, ya sentada cómodamente.

Me puse a observar el lugar a donde había llegado, aparentemente un lugar no-peligroso y tranquilo. La gente parecía intentar ignorar variedad de cosas, auqneu estaban eso curiosos que de vez en cuando aún volteaban.
Observé, también, a un par de seres algo contrastantes con el resto, un "Pelo-de-alga" y un "Creo-que-es-un-elfo"
Pero igual no tengo tiempo para indagar; sólo descansaré un poco y me llevaré mi nuevo tesoro...

En fin - Me estiré, haciendo sonar la mitad de mi espalda. Luego pedí a señas un té a un mesero depistado....Aunque no tengo con que pagar, jaja.

Pisadas. pasos encontrados. Pisadas, pisadas, pisadas. Mirar desesperadamente a un lado y al otro. Pisadas más rápidas.

El fugitivo toma un camino donde piensa que no lo seguirán. El camino se pierde en el bosque. Las luces de persecución cesan.

Aquel a quien sólo conocen por el nombre de Errante aparece en escena en el pueblo olvidado por la historia. Y no lo querría de otra manera. Las autoridades que lo rastrean ... ¿Acaso encontrarán tal lugar? ¿Es siquiera posible encontrarlo si no eres uno de los elegidos, o al menos, afortunados? En dar con el camino, un camino que distorsiona el espacio y el tiempo de los mundos comunes y los hace converger.

Pero el forajido no lo sabe. O no lo sabe aún. Él ve una cabaña abandonada y se esconde en ella, esperando que no estén tras sus pasos. Su barba negra, con algunas canas, es espesa y su capucha profunda. Sobre sí lleva diversas herramientas y explosivos; a todas las vistas un hombre moderno, experimentado, preparado para todo... excepto una cosa.

El estómago ruge. Dirigirse a un lugar para comer y beber es imperatifvo. Si ese pueblo sería su escondite, lo mejor sería mezclarse con las gentes. Pero ya caminando por las calles ve que algo no es normal... aquellas criaturas... eran humanos? ¿Acaso resultaba éste el lugar de alguna convención? No quiso preguntar nada... él no estaría fuera de lugar. Entró al bar, y ordenó una bebida, "la que toman todos". El líquido blanco y viscoso que la mujer de cabellos rojo sangre que atendía le dió no era exactamente lo que esperaba... y por ahí cerca... luces flotantes, una chica con colas, un orejudo, alguien de pelo verde... "la gente de éste lugar síq ue es extraña... espero que no piensen lo mismo de mí" -Se dijo para sí mientras se esforzaba por beber lo-que-sea que le hayan dado. Sorprendentemente, tenía buen sabor...

Sin embargo, antes de que pueda acabar de disfrutar su bebida, el tabernero principal se acerca al recién llegado forajido y le aborda.

-Disculpe, señor, pero ¿acaso usted se esta dando a la fuga en estos momentos?-

El forajido se le queda viendo un momento, sorprendido y quizas algo sobresaltado por haber sido notado tan rápidamente en un bar lleno de desconocidos. Se apresuraba a contestar, pero el tabernero le cortó y prosiguio su charla.

-Se le nota en la cara señor, tengo un muy buen ojo. Despues de todo, tengo que mantener este lugar en una pieza, y no hemos tenido dias fáciles, se lo puedo garantizar. Sin embargo, me presento ante usted con una oferta que podría interesarle mucho-

-¿De que me esta hablando ust-?-

-Poseemos en esta posada ciertas facilidades para mantenerle oculto a sus perseguidores, y al mismo tiempo brindarle las comodidades de las que evidentemente ha carecido en los ultimos dias, mi buen amigo-

-Pero yo n_-

-Descuide, esta todo cubierto y preparado, ahora mismo estan preparando su habitación. De hecho, nos tomamos la molestia de llevar alla su mochila-

El forajido entonces cae en la cuenta de que la mochila que hasta el momento llevaba consigo no estaba. En esa mochila cargaba todo su equipo, buena parte de el bastante dificil de conseguir, o en su defecto costoso.

-¿Pero qu...?-

-Ya que hemos llegado a un acuerdo, le informo que la tarifa habitual oscila entre las 15 a las 30 monedas de oro diarias, cubriendo los gastos de su habitación y el desayuno, mas no del almuerzo, la cena y cualquier alimento o bebida adicional. Gracias por adquirir nuestros servicios, espero que lo disfrute-

Ya dicho lo dicho, el tabernero se retira hacia la barra mientras el Errante trata de asimilar lo ocurrido.

-... espera... ¿¡QUE!?-

Errante inmediátamente buscó su machete de combate en la cintura, para defenderse contra los asaltantes y reclamar sus pertenencias pero... ¿¡No lo tenía!?

- Nuestros duendes de servicio ya se hicieron cargo de poner a salvo todas sus cosas de valor en la habitación, noble caballero . -Le dijo el tabenero con evidente "complicidad".- Le recomiendo que vaya a verlas.

Visiblemente consternado, Errante ahora temió comprender que eran los duendes el secreto de tal suceso... corrió hacia las escaleras indicadas. La puerta estaba abierta y auqnue no vio ningún ser fantástico, en efecto había un gran baúl con una tapa de cristal transparente. Adentro estaban bien ordenadas todas sus cosas... pero no se encontraba la llave.

- Le daremos la llave cuando firme el contrato. - Chilló la voz de un ser diminuto, de piel verdosa y vestido con ropas rojas de "botones".

"bueno, ya que" -Suspiró el fugitivo, pensando que un contrato siempre se puede romper y no le haría daño. Tomó la pluma que se le ofrecía y garabateó su firma al pie del pergamino. Decididamente, agarró el metal frío de las manos del duende y lo usó para recuperar sus valiosos pertrechos. Pero alguien lo estaba observando en la puerta...

- vaya que este lugar es peculiar -dije viendo lo sucedido con el extraño hasta que desaparece subiendo las escaleras- Hey boss, cuanto costaria alquilar una habitacion?

el tabernero se acerco a mi y me comento los precios, inmediatamente le entregue una nota, vi como su mirada palidecia un poco

- entendido, asi que esta habitacion desea -dijo con menos animo con el que estafo al singular sujeto- aqui esta la llave

tomo la llave y me levanto, volteo una ultima vez al demonio- mi nombre es allen, pero creo que puedes llamarme Coold -camina hacia su habitacion mientras un duende cae de su tunica noqueado

- Interesante sujeto -dice antes de darle otro trago a su elixir de la ebriedad

Y bien que me trajeron un café...

No me voy a tomar esta porquería. - Le digo lanzándole el café a la cara al mesero, quien da un quejido de dolor. Mejor así. Igual no lo necesitaba, me digo, levantándome, observando alrededor, los "personajes" se han movido. El mesero me mira mal, el aparente dueño rie...En realidad no creo que sea el dueño, pero parece tener autoridad en el bar. En fin.

No importa, ya me voy~ -Digo con tono amable, sacudo mi falda un poco, voy y le doy una patada a la roca, ésta se parte a la mitad. -Bien~  Alfin~ - Agarro orgullosa el amarillento centro para así voltearme y salir del establecimiento.

A que clase de lugar habré parado... -Camino hacia afuera....El lugar estaba de un vacío casi tétrico- Es que todos están en el bar o que... Hhmmm...-Emprendo una caminata por el lugar, esperando al menos encontrar al típico vago de turno y probar ésta cosa...

off: YOLO :3

A Errante lo estaba observando en la puerta una exuberante mujer rubia, de penetrantes ojos celestes.

- ¿Qué haces, guapo?

La tuvo que observar sólo un segundo.

- Oh, aquí, acomodando mis cosas. Dime nena, cómo te llamas? -Fingió calma el forajido mientras consideraba sus opciones.

Ella avanzó y se acercó.

- Sylvana Regnis, y tú, noble aventurero?

Él también se acercó, con la mochila puesta.

- Karemir Asmodeus. -Contestó seductoramente.

- ¿Puedo quedarme aquí un rato? -Inquirió ella.- Te tengo una propuesta que encontrarás difícil de rechazar...

Pero la respuesta de Errante fue un martillazo, certero y calculado, en medio del pecho de la mujer, con su maza de demolición. Fue imposible verlo venir. Esquirlas de Metal Orgánico volaron por todos lados. Ese ser era una forma de vida sintética, un robot... un espía cibernético enviado por sus perseguidores.
"Me encontraron. Debo huir, rápido, ¡Ya!"

Tomó todas sus cosas y corrió el laberinto de bajadas que lo separaban de la entrada. Pero cuando intentó salir, una fuerza sobrenatural impidió sus pasos. "¿Qué demonios? ¿El enemigo tiene ésto? Moriré, oh por los Dioses del Fuego, nunca me pasó ésto..." se sucedían los pensamientos en su mente al no poder escapar.

- No te preocupes, no es ningún artificio de tus perseguidores. -Lo intentó tranquilizar, con voz calma, el tabernero.- Firmaste un contrato mágico por dos semanas, y por contrato, no puedes irte por las dos semanas ... al menos no sin pagar todo por adelantado. ¿Pero no tienes el dinero, o sí?

- ¡Demonio estafador! -Le espetó, con ira, el fugitivo.- Déjame salir o te pasará lo mismo que a esa cosa hecha de tuercas y cables. ¿Trabajas para ellos, no es así?

- Jo jo jo. -Soltó una risa aristocrática el tabernero.- Por favor, ¿crees que si fuera nuestro asunto, estariamos teniendo ésta charla? -Para éste momento, todo el bar se había dado vuelta a mirar el "escándalo". Algunos estaban sorprendidos, otros divertidos.- No, mi buen huesped... es más, te diré qué: Por cierto te ocultaremos y defenderemos aquí mientras dure la estadía, con la mejor de nuestras habilidades. Pero tendrás que trabajar para conseguir el dinero de la renta por el tiempo que falta.

Ira se acumulaba en su interior. Lo habían estafado.
- ¿Qué nadie aquí tiene decencia? ¡No se dan cuenta de que éste lugar es lo peor que jamás ha existido! ¿Permiten que se nos trate así? -Apeló a los presentes, mirando cada uno a los ojos a ver si alguien lo apoyaba...

Sin embargo, algo así como casi todos los presentes estallaban en carcajadas.

-¡Relájate, hombre!- exclamaba un sujeto con poncho y sombrero de aspecto mexicano (???) -Puede que ese condenado tacaño cobre hasta por respirar, pero si lo que quieres es desaparecer un tiempo estas en el lugar adecuado-

-Seguridad, calma y mas alcohol del que podrías tomarte en tres vidas ¡JA!- exclamo uno de los compinches del hombre, seguido de otra carcajada general.

Derrotado, el Errante parecía rendirse ante el hecho de que, en un intento por escapar de sus perseguidores, había acabado en una "prisión", si bien acaso tal vez estaría a salvo por un par de semanas... si es que llegaba a pagar la renta.

Entretanto, terminaba de tomar mi "elixir", y aprovechando que ahora estaba libre, hice una seña al tabernero para que se me acercara.

-Si, mi buen amigo de orejas puntiagudas? Puedo hacer algo por ti?- preguntó amablemente, con una sonrisa en el rostro.

-De hecho, creo que si. Quisiera la habitación del Mago, por favor-

La sonrisa se borro de la cara del tabernero que pareció nunca haber estado ahí. Se quedó mirándome fijamente, como si me examinara detenidamente tratando de determinar si realmente acababa de solicitar lo que acababa de solicitar.

-Claro... la habitación del Mago... parece que hoy no dejan de venir...-

-¿Disculpe?- pregunte

-Nada. Su amigo, el peliverde... acaba de solicitar la habitación del Alquimista. Parece que hoy tengo a muchos clientes que saben algo de este lugar- explico el hombre, algo silencioso.

-Interesante... creo que habrá que hablar con ese sujeto luego-

-Solo una cosa, mi amigo- comentó el tabernero -la habitación del Mago jamas se ha abierto desde que partió. Creo que antes de su ultima travesía debió cerrarla con magia, porque la llave ya no funciona. Si logras abrir la puerta, te dejo la habitación por un precio reducido-

-Me parece un buen trato, solo dígame por donde- dije mientras me levantaba de la barra.

Me señaló una puerta hasta el fondo del pasillo, y hacia allí me dirigí. Una vez frente a la puerta pude notar fácilmente el cerrojo mágico que la protegía. La cosa es que era mucho mas complejo que ningún otro que hubiese intentado abrir, probablemente era único en el mundo. Tras unos minutos, logré descifrar los encriptados del circulo arcano que había grabado junto a la cerradura, y tras un tiempo de esfuerzo, pude aplicar la magia correcta sobre el cerrojo, el cual se abrió con un chasquido brusco.

El aire de la habitación estaba bastante seco, pero todo estaba en su sitio. Grandes panfletos en las paredes mostraban círculos arcanos de todo tipo. Una estantería contenía una gran cantidad de viejos tomos de magia, y el escritorio estaba cubierto de papeles. El tintero aun tenia tinta fresca, y la pluma estaba en perfectas condiciones. La cama estaba tendida, y junto a ella había un enorme espacio cubierto con una alfombra frente a la chimenea. Todo estaba como esperaba encontrarlo.

Sobre la cama, eso sí, hallé una nota, sellada dentro de un sobre. La abrí y lei:

Spoiler:

-Heh, eso es algo que no esperaba encontrar... - tome la nota y la guardé en mi bolsa encantada, donde sabia que no podria perderlo, y regresé a la barra.

-Ah, lograste abrir esa puerta?- preguntó el tabernero -parece que tienes talento en esto-

-Si, algo se de magia. Tenga, espero que esto sirva de pago- dije, mientras tomaba un pequeño saco y se lo entregaba al tabernero.

El saco tenía zafiros únicos que solo se forman en las laderas del MagmaZafiro, en mi hogar. Se que valen mucho en el mundo exterior, pero para mi gente son tan comunes que podriamos pavimentar nuestro pueblo entero con ellas... aunque seria incomodo para caminar.

-Ciertamente esto bastara para varias semanas- dijo el tabernero -permiteme darte una bebida de parte de la casa por abrir esa condenada puerta-

-No fue nada... por cierto, y el sujeto ese al que lo persiguen?-

-Se fue a su habitación a volver a dejar sus cosas, ya regresara-

Sin embargo, a la taberna estaban entrando unos sujetos armados hasta los dietes y con extrañas armaduras con cuernos. Cuernos que reconocí de otras especies de demonios con las que me habia topado hace mucho. Esos sujetos, claramente, eran cazadores de demonios. Podrian ser problemas para mi si conocían mi especie...

La noche estaba sola, una brisa gélida pasaba en esos instantes por el pequeño pueblo, una silueta que aparentaba ser humana se froto los brazos por la brisa, iba vestida de unos pantalones tipo calabaza, tenía una blusa mangas largas estilo victoriano, el atuendo terminaba con unas medias de rayas blanco y negro con unas botas, pero realmente lo que llamaba la atención de aquella chica era la larga y esponjosa cola de lobo que se movía de un lado a otro y sus orejas del mismo tipo que sobresalían de su melena enrulada.
La chica paro en seco al ver una luz amarilla brillante, realmente le llamaba la atención las cosas brillantes, veía que se movía, luego se percató de que alguien era quien la estaba moviendo.
Su pequeña curiosidad iba creciendo, luego se percató de otra cosa, había una especie de “taberna” cerca y olía a gato.
La chica frunció el ceño , luego sin dar importancia siguió su camino, quizás hubiera una posada por ahí cerca.
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Chica nueva aparece salvajemente :3

Errante regresó a "su cuarto"... parecía en principio todo bastante desalentador. Pero por otro lado, quizás un lugar protegido por magia no fuera tan malo para desaparecer un tiempo. El problema era lo que sucederái después. Dejó la mayoría de las cosas y recordó que podía salir de la posada siempre y cuando fuera sin ellas. No pudo sopesar mucho exáctamente cuántas debería dejar allí para poder irse, porque un duende se subió a su hombro y le dijo con voz irritantemente aguda:

- Recuerda que tienes que preguntarle al posadero cual es tu misión para pagar el costo del día!!!

Eso solo generaba más preguntas. ¿Qué iban a hacer si no pagaba, echarlo? Claramente no deseaban eso. Pero quizás, si esa fuerza le impidio salir por fuera del contrato que "había firmado", no quería averiguar qué podría sucederle si no pagaba. Él siempre había considerado toda magia una superstición pero aparentemente en ese pueblo perdido las cosas funcionaban de otra forma...

- Bien, así será. -Resolvió intentando contener un suspiro. Terminó preguntandole a ese desagradable hombre qué debía hacer.

- Es simple, muy muy simple... por hoy solamente ve a la cabaña... ya sabes cual, estuviste antes -Agregó con un guiño.- Debes ir al sótano, allí sabrás lo que hacer... y por cierto, pidele al "elfo" de pelo azul que te acompañe. Hay unos sellos mágicos que a él le resultarán de gran interés...

El forajido aceptó de mala gana y se dirigió hacia aquel "elfo" que parecía ensimismado, al mismo tiempo observando a los sujetos que acababan de entrar como al mismo tiempo ocultándose de ellos.

- Ey tú, el de las orejas. -Se acercó Errante.- ¿Es cierto que te interesan los "sellos mágicos"? Hay un trabajo que podemos hacer...

-SSHHHHHHH!!- exclamé por lo bajo -calla y sientate-

Sujeté al errante por la base del cuello y lo obligué a sentarse rapidamente en la silla junto a la mia en la barra.

-¿¡pero que...!?- protestó mientras soltaba mi agarre.

-¿ves a esos dos sujetos de allá?- dije, señalando sobre mi hombro a los cazadores de demonios -no quiero que me vean-

-Son... que, alguna clase de matadragones o algo asi? son muchos cuernos...- preguntó errante

-Son cazadores de demonios, y no me gustaria que me encontraran aquí-

-Espera, eres un demonio? ¿que no eras un "elfo", o algo asi?-

-Digamos que vengo siendo ambas cosas y dejemoslo ahi por un momento- repliqué -necesito salir de aqui sin llamar la atencion de esos dos...-

-... pues te tengo malas noticias: ahi vienen- señalo errante

En efecto, ambos cazademonios se acercaban con paso cauteloso hacia nuestras sillas. Traté de relajarme y hacerme pasar por el elfo que todo el mundo creia que era.

-Buenas noches, caballeros ¿buscan sitio?- pregunte, tratando de ser amable.

-Buscamos a cierto individuo que creemos se esconde por aquí... un tipo... oscuro y peligroso- dijo uno de los cazadores

-Yo no se nada, nada de nada- se apresuró a decir Errante, algo nervioso

-Descuide, aventurero, no es humano al que perseguimos- dijo el otro cazador

-¿Saben de casualidad donde se puede esconder una lagartija vil con poderes oscuros?- sentenció el primero, viendome fijamente -nuestro olfato para seres como esos son... muy, muy agudos-

"Mierda, estos ya conocen mi especie..." pensé mientras tomaba mi jarra. Tenia que actuar antes.

Le hice una seña a Errante para que se acercara y le dije al oido:

-Me interesa el trabajito, pero sera mejor que hablemos lue...go-

Uno de los cazadores habia desenfundado una daga y el otro acercaba una mano para sujetarme.

-aahhh, gutzak- maldije, patee mi silla y salte lejos del alcance de los cazadores, que se apresuraron a lanzar cuchillos que fueron a parar a otras mesas, causando un revuelo instantaneo en toda la taberna, a lo que evidentemente siguio el tradicional grito de guerra:

-¡¡¡PELEA DE CANTINA!!!-

Mi estómago rugió pidiéndome comida el cual no tenía y con el frio que hacía era difícil
concentrarse.
Buscaba una cueva, pero parece  que encontré un poblado

¡RUGG!

¿Y si me transformo en perro y toco puerta en puerta hasta que me habrán? No es mala idea

RUGG…

La noche y su frio- susurre entre dientes-posada, posada…

Rugg…

Definitivamente no puedo buscar un lugar donde estar si mi estómago sigue sonando de esa manera.
Comencé a olfatear el ambiente y la boca se me hizo agua cuando olí el típico olor del chocolate y café, incluido con cerveza y te, muchos olores me mareaban y todos emanaban de aquel extraño pub.
Pero solo eso, ninguna sola presencia más, bueno…
*Snif, snif*

Acompañada de su olor alguien tenía algo…BRILLANTE

¡¡RUUGGGG!!  

Me apreté el estómago hambrienta, ese es el más fuerte que ha sonado hasta ahora…¡Moriré de hambre!
No…ahí un pub, aunque sea una  cerveza tomaré-aunque debo admitir que no es lo mío- luego robare la cosa brillante y me iré a dormir…¡es un brillante plan!
Corrí rápidamente donde podría llenar mi estómago mientras mi cola me seguía…¿o yo la seguía a ella? ¡Ay! Pero lo que hace el hambre en la mente de los canes.
Abrí la chillona puerta de madera encontrándome con medio pub cayéndose a golpes.

-¡Abajo!-me agache a tiempo para esquivar el vaso que volaba en mi dirección.
El silencio se apodero rápidamente del lugar y varios ojos se enfocaban en mí. Un gran oh se escapó por mi boca, acababa de irrumpir en una pelea de ¿bandas?

-Eh… yo…- mi vista capto a varias dagas que bailaban en la mano de  varias personas, ¿Cómo podían ser tan violentas?, una de ellas bailaba cerca del cuello de un ser un poco azulado que me miraba y miraba a su agresor espontáneamente y a su lado un humano al cual le iban a dar un golpe

Camine un poco torpe y me dirigí al mostrador  detallando cada lado del mugriento pub, sentí como si el tiempo se hubiese parado en ese momento, habían varias criaturas ahí adentro.
Abrí mi bolso y saque una pelota negra y la tire detrás mío, pesaba mucho y…

-¡Auch!- podía herir a alguien con ella, jaja (?) creo que estoy en problemas

Y como si fuera la marea cerrándose la pelea continua detrás de mí. Al frente mío se encontraba seguramente el dueño del pub limpiando un vaso

-¿Necesita algo señorita?- me pregunto el tabernero
Mi estómago rugió recordando el cometido del porque llegue a ese lugar

-Si- conteste sonriente y sacando varios rubíes- ¿tiene comida?

En el auge de la noche, se alzaba una figura con un tono de color rojo, un rojo sangre, claro estaba que no era precisamente humano, y claro estaba también que su presencia era ancestral. Caminando en sus cuatro patas, parecía que acechaba a alguien, cosa rara pues notablemente no había un alma cerca. Estaba entrando a un pueblo, un pequeño pueblo donde la mayoría de las almas ya permanecían en una paz engañosa llamada sueño. No obstante, había un lugar cuya presencia perturbaba el aroma delicado y frágil del aire, tumbaba con oleadas de intenso ruido el silencio de la noche. Con mucha curiosidad se fue acercando poco a poco.
-Hay unos olores muy interesantes por aquí...
Dijo frunciendo el ceño mientras se acercaba cuidadosamente a el ruidoso lugar.
Llegando, se dio cuenta de que había una especie de pelea, lo que le llamo mucho la atención. pues con su olfato desarrollado logró captar algunos olores fuera de lo normal, de razas que simplemente no debían estar allí...

Descripción de personaje(?):

Mientras el dueño atendía calurosamente a la chica canina (otra desdichada alma mas que caía en las garras oscuras de la ambición monetaria) el bar terminaba de caerse en pedazos.

Errante se había visto envuelto en la pelea con los matademonios directamente, al estar prácticamente a su lado, mientras yo esquivaba dagas saltando de un lado a otro del local. O así fue hasta que uno de ellos tomo un látigo de un largo bastante considerable y lo usó para arrastrarme hasta estar cerca.

Ahí fue cuando desenfundé uno de los dos sables que cargaba a la espalda, cortando en el proceso el látigo y luego parando el brutal golpe de un gastado machete de acero. Siguieron varios sablazos rápidos de uno y otro lado, tratando de cansar al oponente.

Usando rápidamente la cola en una tradicional táctica demoníaca, logré sujetar la pierna izquierda del matadragones del machete, y me apresuré a derribarlo. Sin embargo, en el proceso, me logró sujetar por el poncho y el resultado fue una caida que acabo en una pelea por ver quien quedaba sobre quien. Por suerte, me fue facil escabullirme de su mole y desarmarlo, lanzando el machete contra una mesa de la taberna. El matadragones se puso de pie de un salto, algo bastante dificil con su armadura, y lanzó un gancho derecho directo a mis costillas, sacandome el aire y aprovechando para sujetarme mientras tomaba un cuchillo. Habia perdido el sable con el golpe y no lograba encontrarlo.

Asi que recurrí a un simple truco: tomar la primera silla que paso volando junto a la refriega y, con magia, lanzarla sobre la cabeza del guerrero.

Dio resultado. Con el golpe, el matadragones aflojo su agarre y aproveche su distraccion para patearlo de lleno en la cara, y luego otra en el pecho. El golpe acabo de hacerlo tambalearse, y cayo de espaldas sobre una silla que acabo hecha pedazos.

Rapidamente busqué mi sable en el piso (suerte que no habia caido demasiado lejos) y ya me preparaba para ir a atacar al otro guerrero, que en esos momentos intentaba dar caza a Errante, que se había escondido tras la barra, cuando repentinamente...

Se escuchó un fuerte golpe; una pared cayó y las miradas se desviaron al humo que salía de la pared vuelta escombros, se vio una figura, de unos dos metros, con el cabello rojizo.
Miré el lugar, mientras noté que el lugar me devolvía la mirada y con una sonrisa de oreja a oreja grité:

-¡PELEA!

Lanzando una mesa directamente a un ser escondido tras la barra, y dando en el blanco, volvió el ruido, y todo regresó a como estaba, golpes aquí, golpes allá. 

Mientras luchaba con emoción, intenté percibir los olores que llevaba rastreando, un canino, una bruja, aunque realmente su olor se había movido hace un tiempo, y dos olores que le llamaron demasiado la atención, un demonio, pero no un demonio cualquiera, y un olor que le era demasiado familiar, pero simplemente no recordaba de donde era, lo único que recordaba era el color verde...

Mientras peleaba y caminaba logré encontrar al demonio, estaba claramente siendo atacado por unos cazadores. Apartando el olfato, encontré aquel olor familiar, entre golpe y golpe me fui acercando al lugar.

Logré darme cuenta de que venía de una de las habitaciones, fui acercándome pero de repente...

- ha pasado un buen rato y no encuentro NADA que me de otra pista -dije frustrado tirándome a la cama- incluso se escucha como se inicio una pelea abajo, ni un dia y esto ya se cae

la ultima hora estuve revisando cada rincón de la habitación esperando encontrar algo mas que el libro de dieciocho paginas que me trajo hasta aquí, movi muebles, levante la alfombra y revise las grietas en las paredes, parecia que el dia uno sera un fracaso, pero de repente al recostarme en la cama escucho el crujir del papel en la almohada

- eh? -murmure volteando hacia la almohada- que rayos

tome la almohada y la abrí, metí mi mano entre el heno que la rellenaba y rebusque hasta que sentí como mi mano daba con un papiro, al sacarlo pude echarle una mirada

- de todos los lugares, un cojín enserio? -al ver las hojas eran varias hojas con algunos dibujos y me dispuse a leerlo

La inusual bruja gato:

- Bla bla bla una chica gato? que se supone que encuentre con esto? -reclame   aburrido de leer sobre ella, cuando tomo la otra pagina hay algo mas interesante

"Hoy le he entregado a Moika algunas paginas de un libro de hechiceria, le pedi que las guarde hasta que las necesite nuevamente, tal ves deposito demasiada confianza en alguien a quien se puede sobornar con un pescado, pero sin lugar a dudas quemara a quien intente robarle la pagina"

- ahi esta la pista!! -exclame con mas alegria- ahora solo debo encontrar a la hechizera gato y quitarle las paginas... si aun las tiene, pero donde puedo encontrarla?

sin ninguna pista repaso el dia de hoy pensando en lo extraño que fue, aquel elfo... demonio... lagartija?, por que se me ocurre esa palabra?, enfin, seguira cerca? habra oido de una chica gato en sus viajes?... espera, no habia una chica gato tirada en medio del bar cuando llegue? se que puedo equivocarme, digo, no se cuantas chicas gato hay en el mundo pero, no podría ser ella? debo buscarla, pero donde? en la pelea? seguro que no, habria pasado algo magico fuera del sonido de tablas y gritos, habrá salido?, la verdad si es asi no se si seria capas de encontrarla, pero supongo que si no la encuentro afuera puedo volver y buscarla aquí, total buscarla ahora seria meterme en la pelea y como que no tengo energía

- a veces me pierdo en si estoy pensando o narrando -dije mientras abria la ventana- aunque... por que narraría lo que hago? ese café tenia algo raro, estoy seguro

me paro en el borde de la ventana y salto hacia un árbol cercano, dispuesto a buscar a la chica gato.

- CARAJO -grite mientras me resbalaba del árbol al suelo

Completamente ajena a todo el meollo que se armaba en el pueblo, taberna, posada, donde fuera que fuese todo el alboroto que se oía hasta el más pa' allá, Moika, Se había pasado un buen rato hablando con un vago para que le diera una maldita dirección; al no poder razonar con él....Pues digamos que el pueblo perdió un vago más, aunque ésto no es como si fuese relevante, total, uno más...Uno menos...Eso es lo que ella pensaba.

Bueno, al menos sé que ésto sirve de algo...- Dijo muy satisfecha y con una sonrisa la muy despreocupada señorita.-

Aprovechó para sentarse y admirar un poco la noche; también se puso a hacer suposiciones de los ruidos...Y...por aguna razón, cerca empezaba a apestar a can, quizá el vago tenía un perro y ella no lo sabíá; o quizá eran los canes que olía a la distancia los que hacían tanto alboroto.

Malditos perros... -Dijo soltando un estornudo- Esas bestias parece que no se bañan...pare que los huela desde acá.... -Frunció en ceño, se limpió la nariz y luego siguió admirando el firmamento...- Hermoso...Pero aburrido.

De inmediato se levantó y empezó a vacilar el camino que conducía al alboroto, pensaba en reírse un poco de la situación, fuera cual fuera.

caminaba por el pueblo buscando a la chica gato mientras a mi mente pensaba como conseguir las paginas, si es que era ella, tenia que ver como confirmar su identidad sin sonar sospechoso o terminar calcinado, preferiblemente sin terminar calcinado

- calma allen -me dije viendo como todo el pueblo se veia desierto- tampoco es que estés cazando un espectro o un monstruo, solo es una chica gato, y puede que no sea la que buscas

pero como un presagio mismo de la muerte, la figura grisácea de la chica gato avanzaba lentamente por la fria noche hacia la taberna

- he.. hey! -trate de llamar su atencion mientras caminaba hacia ella

- eh? -volteo a verme cuando me escucho, eso es bueno

- tu eres la chica gato que callo de un portal en la posada?

- puede ser -la veia muy dispersa, por ahi hay parecido entre ellas- hehehe, mirate, tu cabello parece cesped

y dale con mi cabello

- eh, como digas

- oye, ayudame a probar que mas hace esto -saca un pequeño objeto seguro de procedencia magica- vamos a buscar algo mejor que un vago para probarlo

- EEEH HEY!!! -le grite viendome obligado a ir tras ella para confirmar su identidad

Protegido tras la barra del ataque incesante de uno de esos "Caza-demonios", Errante buscaba una forma de vencerlo o escapar. Por supúesto la armadura rústica del sujeto no era rival para los explosivos modernos que llevaba en su mochila, pero no podía usarlos en un bar poblado de gente y mucho menos ese ;
Sus golpés eran inútiles contra la cobertura de ese sujeto, y debido a su armadura estar llena de clavos, tampoco podía sujetarlo . Errante observó importnte cómo Rygnis trató de envolver uan de sus piernas con su sola, y tuvo que retaerla inmediatamente al pincharse con gravedad debido a la gran cantidad de pinches que la recubrían. Esperaba, al menos, que no estuvieran envenenados . ¡Zas! tuvo que esquivar un pesado golpe de espada, que atravesó parte de la madera de la barra. Errante retrocedió, mientras el cazador se dió vuelta para atacar a Rygnis.

- Todos tus esfuerzos son inútiles... - Le dijo- ¡Un escuadron entero de destructores de demonios se aproxima a esta maldita Posada llena de extranjeros, híbridos y otros indeseables! Ya la tenemos rodeada, listos para agarrar a cualquiera que escape... Pero tú... tú eres el más despreciable demonio dracónico que hemos olfateado. No escaparás .

Dio otro pesadísimo golpe con la espada, y Rygnis lo esquivó de un salto. Ésta vez, la madera bajo sus pies se hizo trizas... y cayó a oscuridad debajo. ¿Qué era eso? ¿Escaleras?

- ¡Vamos! Corramos adentro! - Pensó rápido Errante, y se lanzó a ese hoyo Rygnis, sin muchas opciones, lo siguió y corrieron por el pasaje en línea recta; el caballero trató de seguirlos, pero se quedó atorado en la caída debido a los clavos de su armadura. Al fin lo había burlado. Cerraron una puerta en el camino y continuaron... había varios otros pasajes cerrados. Esperaban, al menos, que hubiera alguna forma de salir.

- No te preocupes... -Habló sólo Errante. Tengo experiencia con ésto. Corre aire, y no hay ventilación, por lo que tiene que haber una salida directa al exterior.

- Sí, siento el viento, y el olor al pasto de la noche. -Respondió su improvisado compañero.

Así, encontraron unas escaleras que terminaban en lo alto de un monumento, oculta la salida por las estatuas de los fundadores de la ciudad: Un humano, un gnomo y un enano (o una enana, era difícil distinguir...)

-Bueno, al menos así logramos evadir a los cazadores que me esperaban. Aunque tendré que lidiar con ellos tarde o temprano...

Bajaron de ahí, pero lo que vió Errante no fue nada mejor que lo que veían viendo antes, si bien de una forma distinta: Un hombre de la calle había sido asesinado. Su rostro estaba razguñado como por uñas de un gran felino, sin embargo habían caminado sobre su cuerpo lo que eran obviamente pies humanoides, y pateádolo con una saña incomprensible. Alrededor del hombre estaban esparcidas pequeñas artesanías, muchas rotas; de eso debía vivir.

- ¿Quién sería tan cruel de atacar así a un hombre indefenso? -Se preguntó el forajido mientras lo examinaba.

- No lo sé, pero ¿No crees que deberíamos salir de aquí? Si nos ven nos culparán del hecho... y no quiero tener que lidiar con también el pueblo como mi enemigo.

El rastro de pies iba hacia el norte; decidieron, pues, seguirlo, ya que brillaba con el resplandor que Rygnis sabía identificar como Alta Magia, y Errante, que no sabía nada de magia o de alquimia, estaba interesado en hacer justicia...