[CONCURSO] Descubre los Orígenes

Citación :

Y con ésto nos referimos a descubrir los orígenes de tus personajes, de los personajes de los demás (leyéndo sus entradas)... o de alguna parte en particular de la historia.

Esto está basado levemente en un concurso de el viejo foro.

La consigna es simple: Elige un personaje u objeto de una de las historias, y dale una elaborada historia previa.

Por ejemplo, podrías tomar al vagabundo atacado de El Pueblo de los Perdido en los Confines del Mundo y ver qué fue de su vida y por qué terminó en la calle. O podrías explicar cómo se escribió el libro del alquimista que usa Allen...

La única regla: no puedes inventar historias personales para los personajes principales de otros usuarios. Esto permite que siempre cada uno pueda escribir la propia si quiere, obviamente

Pueden concursar con cualquer número de entradas, de cualquier longitud. El ganador se decidirá por votación, que comenzará una vez termine el período de envios. Los mismos usuarios votarán a quien vean que más y mejor ha enriquecido las historias de Alkimia con sus creaciones.
¡Hay un mes para participar cuantas veces quieran!

Existen grandes premios

     PARA TODOS LOS PARTICIPANTES, fama, fortuna, ser leidos y amados      

PERO ADEMÁS: instantáneamente de enviar su historia ganan el siguiente derecho:
Podrán estar en la nueva historia Steampunk-Japonesa con dos Lealtades especiales desbloqueadas:

-RUSSRIA

Click Para Ver Características:

y

-QHINA

Click Para Ver Características:

Y para el ganador...
... ¡Un premio totalmente secreto más allá de la imaginación!

Simplemente posteen sus entradas aquí o en un tema aparte... pueden hacerse también comentarios sobre lo que los demás escribieron.

Mi entrada para el concurso es...

Citación :

Teleya caminaba por los bosques élficos. Su mente divagaba entre todas las posibilidades... y su deber.

- No puede irte. -Le diría su padre firmemente.- Necesitamos a alguien, alguien que continúe la tradición de nuestra familia...

- Padre, hoy se cumplen 120 años desde la partida de mi hermano. Es el plazo de mi promesa. Ningún caballero de la Hermandad de Especies ha desaparecido por tanto tiempo sin ser encontrado vivo o muerto. ¿Desertó? ¿Acaso huyó de su deber? En los altos círculos estan diciendo eso. Pero yo lo conozco, y no sería capaz.

- Ambos sabemos que no, hija... -Murmuró el padre, no sabiendo en su interior de si decirle la verdad de la espada.

- Entonces lo demostraré. Seguiré su rastro y llegaré al final de ésto. ¡El honor de nuestra familia no puede quedar impune!

Se dió la vuelta y salió de la sala, por la que los rayos de la tarde que se filtraban daban paso al ocaso.

La semana siguiente Teleya investigó y se hizo de voluntarios entre su grupo de arqueros. Las pistas cada vez apuntaban más al cuadrante denso del bosque, dopnde estaban las ruinas de los Antiguos. Poco antes de irse, Nemo había mencionado mucho ese lugar, y su deseo de revelar en origen de la civilización élfica. Pero la gente en general, no sólo de los altos elfos sino de las demás especies, evitaba ese lugar, viéndolo como sagrado, y, además, un tabú. La implicación secreta que todos sabían era que la Hermandad de Especies no había surgido pacíficamente como ahora lo era, sino a través del fuego y la guerra. Este conocimiento que tantos presentían, si se veía confirmado, sería un duro golpe a la psique y podía revivir enormes rivalidades.

Teleya preparó sus flechas y sus hechizos. ¿Quién sabía qué criaturas vivian en esos parajes olvidados ahora?
Pero cuando se movieron, encontraron sólo desolación. Y paz. Mucha paz.
Caminando entre las estructuras semiarbóreas, entre los enormes pedazos de piedra blanca desparramados, el grupo no encontró muchas señales. Vieron, sí, espadas tiradas en el suelo. Al examinarlas detenidamente, vieron que un par aún estaban manchadas con sangre. Todavía fresca...

Repentinamente, un terror abyecto se apoderó del escuadrón. ¿Cómo era posible? ¿De quién sería esa sangre? ¿Y hace cuánto que se había derramado? Miraban buscando enemigos por todas partes sin encontrar ninguno. Algunos llegaron a apuntarse unos a otros, creyendo que sus propios compañeros serian quienes tomarían las espadas para asesinarlos, o que los habían llevado hacia una trampa.
- ¡ELFOS! -Les corrigió Teleya.- ¿No se dan cuenta de lo que sucede? Esos artefactos malditos se han usado para derramar sangre de nuestro propio pueblo por sus mismas manos, por lo que estan condenados por la eternidad. No permitan que se repita. Bajen los arcos...

Así fue, y continuaron caminando por el trecho que las espadas dejaban, pero habiendo descubierto una nueva tensión, una que no conocían. Los elfos no se habían matado unos a otros desde que había memoria.
El trazo los llevó a lo que parecía ser una antigua corte, donde relieves de guerras e inscripciones azarosas cubrían las paredes. Las incripciones legibles, en élfico antiguo y apenas comprensibles, parecían ser expresiones de venganza, dolor y lamento. La locura había sido grande en los últimos años de esa civilizacion, su predecesora. Armaduras vacías se encontraban en los escalones. Encontraron, incluso, estatuas... o, por la pena en sus rostros, elfos convertidos en piedra en pleno combate.

Al llegar arriba de todo, sin embargo, había una ciudadela adicional, que parecía no haber conocido ese combate. Examinación rápida por parte de Teleya reveló que había sido construida más tarde. Pasaron por los laberínticos cuadrangulares, salas y antesalas blanquecinas. La última tenía una ventana sólo en el techo, los rayos de luz dando hacia un altar vacío y un espejo detrás.  El espejo tenía palabras en relieve, que parecían nubladas desde lejos, y ni siquiera la vista élfica podía distinguir. El jefe de los arqueros ensayó una explicación:
- Este lugar está hechizado por una magia tan poderosa que aún no se ha disipado. Deberíamos salir de aquí.
- Lee. -Apuntó Teleya a una inscripción arriba de la puerta de entrada a esa última sala:
"Atraviesen la puerta quienes deseen ver la última esperanza."

Pasaron, pues, algunos vacilando. Frente a frente al espejo, pudieron leer lo que decía,
Traduciendose aproximadamente:
"Nosotros vivíamos hasta que ellos llegaron. Su ataque fue un ataque a nosotros mismos. Debimos ver lo peor, pasar lo más lejano. Pero la pureza final de los guerreros, y la pureza final de nuestras intenciones, nos dio esta Espada, que es Tres y Siete. El metal del que está forjada son los huesos de los Incorruptibles. Su Sangre hervida fue la fundición. Este sacrificio, el más grande. Esta victoria, la unica posible. Obsérvese pues a LA LLAVE, que cerró el candado sobre el Demonio Traicionero, el Dragón Codicioso y la Hidra Monstruosa. Dormirán en el centro de los centros de la Tierra, y vele Amu para que su sello no sea roto jamás. Guardias por mil años custodiarán estas puertas, para que las otras no sean abiertas. Si es necesario, toma LA LLAVE y atraviesa con ella la última puerta."

Pero no había espada alguna en el altar. Entonces, Teleya se dió cuenta.
- ÉL... ¡El tomó LA LLAVE!
- ¿Pero por qué?  -Preguntó un arquero.- ¿Y a dónde hubiera ido de todos modos?
La elfa observó con más atención al espejo. No había reparado en ello, pero ninguno de los allí presentes estaban reflejados.
- Es... es un portal. -Aseveró con lágrimas en los ojos.- Debemos pasar. A buscarlo.
- No. No lo haré. Es locura. -Dijo el segundo al mando.
- ¿Así que dejarás a uno de los tuyos? -Le espetó Teleya.- Nuestra especie volverá al estado en el que la vieron aquí si no cuidamos unos de los otros.
Esto pareció tocar un sentimiento en el líder arquero.
- Nunca. -Y se dispuso a pasar.
- Así se habla. -Lo siguió con presteza, y detrás de ellos los otros, algunos de los cuales estaban aún más aterrados de la perspectiva de quedarse sólos en esa ciudad muerta.

Cruzaron el espejo, sin saber que del otro lado les esperaba un lugar desconocido. El lugar de la posada en el camino lejano, el de la mina sin fondo. Un ámbito al que muchos entran, pero pocos salen. El lugar de el Pueblo de los Perdidos en los confines del Mundo!

Citación :

Hace mucho tiempo una poderosa hechicera fue puesta en un letargo indefinido en una catacumba, las razones hace mucho se perdieron y a día de hoy su mera existencia cayó en el olvido.

Un día, un viajero en busca de fortuna encontró la catacumba perdida y tomo la mala decisión de saquearla, al lograr forzar la puerta se deshizo el hechizo que mantenía a su cautiva en el sueño eterno, inadvertido de las consecuencias de sus actos, este decidió explorar la mazmorra.

Una Hechicera aturdida por su descanso, al detectar la presencia del viajero decidió atacar para prevenir que la volvieran a adormecer, entre su propia risa y el sonido de las ascuas ataco al viajero desprevenido.

Aquel forastero, tras evitar por pura suerte el primer ataque de la hechicera, decide derribar a su atacante, pero tras una batalla en la que vagamente pudo intentar devolver los golpes nota un charco de sangre bajo la silueta femenina que había puesto a arder el calabozo, y la vio desplomarse en el suelo, el agotado intruso tomo un momento para recuperar el aliento y analizar la situación, una entrada a una mazmorra subterránea con un único habitante. Lo mas lógico es que la encerraron, aunque el porqué era incierto. Su poder mágico es sorprendente, pero viendo la condición en la que se encuentra tras un solo combate también es peligroso para si misma.

El forastero seguía su linea de pensamiento mientras se acercaba al cuerpo tendido sobre un charco de sangre, tras meditarlo mucho solo había una cosa que hacer.
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Horas más tarde, bajo la pálida luz de la luna, una hechicera gato vuelve a despertar gracias al sonido de un búho entre los árboles. El calor de una frazada, la tenue luz de una hoguera, y una silueta sentada en el suelo eran su única compañía.

- Veo que estas despierta –escucho decir a la silueta- no deberías esforzarte ahora, aun estas muy débil.

- Por… ¿por qué me ayudaste? –pregunto ella confusa.


Hubo un minuto de silencio en el que él se limito a mirar al cielo.

- Cuando te vi inconsciente en el suelo me puse a pensar –volteo a verla con una mirada pensativa- La razón por la que me atacaste fue miedo, llevabas mucho tiempo encerrada...

- No podía dejarte ahí.

La hechicera, confusa y tratando de recordar todo lo sucedido, esbozo una sonrisa al escuchar esas palabras.

- Mi nombre es Edmund Masch –dijo sonriendo a la hechizera- Supongo que ahora debes decirme el tuyo.

- Es… Moika.

Si si, se que a buen momento alguien mas se digna a participar no solo en este concurso si no en el foro en general... la verdad incluso si el foro siguiera activo no pensaba escribir aquí por que no me agradaba como hacia relatos de manera individual, pero he terminado cediendo... supongo que no tiene sentido que insista a los demas a que participen si no estoy dispuesto a hacerlo yo mismo... asi que a pesar de que aun no estoy comodo escribiendo como en el pasado... quien sabe, almenos sacare algo digno de ser leido.

No está mal...

Pero
Antes te sentís cómodo con escribir y ahora no?
Por qué?

Igual y aunque no cambie nada, este "look" del foro aunque me costó tanto y se vea tan bien, ahora tya se me hace asociado con lo viejo e inactivo, así que lo cambiaré con un click para que se vea fresco

Por cierto, ya no usan la chatbox para rolear en tiempo real, o sí?