Nubia

Off: Buen setting y no conozco muchos así...
Lo malo es que no creo que haya mucha actividad para sostenerlo :/, pero veré qué puedo hacer...
(llego como un mes tarde :V)

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Un pequeño ornitóptero volaba por las cercanía de Nubia.
El ornitóptero se posa sobre el hombro de una figura de cerca de 1,75 mts vestida con ropas lujosas, pero raídas por las exigencias de la intemperie, los campamentos, el camino...

- Al fin... ¡Al fin termina este terrible desierto! -Se decía para sí mismo. Por supuesto, se lo decía sin hablar, ya que su boca estaba tan cerca que pronunciar palabra alguna le resultaría un esfuerzo supremo. La última vez que la abrió, tuvo que tragar arena que volaba en el viento.

El extranjero era de nombre N'em y el pueblo, que divisaba a la distancia, era tanto el fin de un extenuante recorrido al Sol, y su última esperanza de sobrevivir.

El Sol de hecho ya estaba cayendo pero por las horas y la falta de refugio, sus rayos parecían tanto un ataque como siempre. No faltaba mucho, pero el calor era casi insoportable. N'em había dejado muchas de sus posesiones, tirándolas simplemente en el camino, por resultarles demasiado pesadas. Había considerado antes innecesario contratar una caravana, caras y poco seguras, o un guía local que lo llevara en uno de los famosos camellos de cuatro jorobas. Ahora lamentaba esa decisión, pues ir solo le había costado mucho más. Y podía resultarle aún mucho más caro: Todas sus posesiones, y su vida. ¡Ay, si tan sólo sus teorías sobre los lagos de cristal eran ciertas!

El ornitóptero revoloteaba, alimentado por los rayos... un producto de algún arte desconocido, que había conseguido en sus viajes por esos parajes. Era la única de sus posesiones que no debía llevar, ya que volaba solo y le seguía.

Ya estaba... ya estaba llegando. Las calles de piedra se sentían bajo sus pies. La sombra de una casa. Refugio, al fin...
N'em colapsó, inconsciente, al suelo. Algunas personas pronto se agruparon alrededor suyo...

- Apartaos, apartaos que yo me encargo -dice una voz acercándose al inconsciente viajero.

Damian, bajito, piel verde y orejas de cuchillo, bien parecido especialmente para un trasgo, se acerco a N'em y lo tomo consigo; las calles no son seguras para los visitantes y menos uno con tal artilugio como ese aparato volador, a pesar de la diferencia de tamaño logro llevar con sus descalzos pies al visitante hasta un sitio que podía considerar seguro.

Dentro de uno de los tugurios que formaban el exterior del pueblo, Damian deja al visitante para que se recupere junto a un cuenco con agua antes de revisar si el otro habitante ya ha llegado, y si, efectivamente, con los restos de una fruta echados al lado de ella, Sagira descansaba cómodamente, Damian por otro lado tenia que salir a atender otros asuntos en el pueblo, pero sabia que si la dejaba sola sus tendencias cleptómanas podrían ganar la desconfianza del viajero.

Así que escribió rápidamente un par de notas para cada uno esperando poder prevenir cualquier malentendido y salio de la vivienda.

Estaba saliendo el sol y ya la temperatura estaba subiendo de nuevo, momento para empezar a estirar, aún con los ojos cerrados, siento algo como papel, la fruta que deje anoche, y... espera, hay un olor extraño.
Abro los ojos lentamente, frotándomelos un poco, como siempre.
...
-AAAHHG!!!- Definitivamente no es el enano extraño de piel verde, retrocedo con desconfiaza -Cómo llegó ésta persona aquí - Digo en voz baja sin querer.
Al aclarar la vista y calmarme un poco veo que no hay nada que temer, esa persona está casi muerta. No paece en estado de haber llegado solo aquí así que supondré que es un regalito de Damian.

Me le quedo viendo intensamente cuando oigo las pisadas de Damian a la distancia. Ni me he molestado en leer la nota que dejó, yo solo me encuentro aterrada por el artilugio que trajo, y el cuasi cadáver que respiraba al otro lado de mi madriguera.

-DAMIAN NO METAS GENTE A MI CASA SIN PERMISO- Le grito desde la distancia. Que falta de respeto tan grande. -NO VES QUE MIS TESOROS PELIGRAN - Digo mientras me ocupo de finalmente vaciar la bolsa de cachibaches baratos que logré recoger ayer... huhg.

-Lo siento, lo siento, pero dejé un par de notas por si acaso- Dice entrando con algo de cautela

-Ni me molesté en leerlo, y bien ¿Lo lograste?- Recogo los cachibaches y los sitúo en la pila para quemar, en esta madriguera no se desperdicia nada.

-¿Lograr qué?- Me dice firmemente como si no supiera de que estoy hablando, que en realidad...

-Qué se yo, lo que ibas a hacer ayer, mira que sin ti y esa manta me estaba congelando-

-Ah por eso preguntas, de hecho ya no la tengo-

-¿¡QUÉ, CÓMO?!- De repente de cuasi cadáver parece despertarse y moverse, yo me exalto y vuelvo a retroceder un par de pasos. Damian por otra parte se le acerca y le ofrece agua, de verdad que sujeto tan extraño.

La sed era abrumadora. Todos esos días en el desierto... N'em casi no podía pensar, sólamente tomó el bowl de agua, bebió todo lo que pudo y luego se echó el resto sobre la piel medio calcinada, ignorando a la criatura a su lado hasta que se espabiló con el baldazo. La tinta de la nota fue disuelta por este acto apresurado.

- ¡Oh! ¡Me has salvado! -Grita extáticamente al abrazar a la chica gatuna.

- Yo no...

La mirada de N'em se desvía hacia el ser verde de puntiagudas orejas...
- ¡Oh! ¡Me has salvado! -Exclama mientras lo abraza también.

El ornitóptero sale empapado de su capucha y se sacude las alas cual un perro mojado. No parece aprobar mucho la situación (?)

- ...¿Cómo podría agradecerles?

-Y quién es este? Por qué lo ahs traído? - Le digo al enano de color verde, cruzo los brazos de mala cara observando

- Es que, - trata de decir pero es interrumpido por un..

- G, g  , gracias!!!- dice el ente extraño medio ahogado

- ES QUE NADA, FUERA - Y la que sale de la madriguera soy yo, no me gusta la gente, es más no sé por qué demonios le di resguardo a ese enano verde en pimer lugar... Se robarán mis riquezas... Si tuviera...De todos modos.


Antes de que pueda irme a ninguna parte Damian sale y me dice alguans cosas queno entiendo, yo solo salgo corriendo a cualquier dirección.

No me gusta la gente.

Off: Tuve que releer para sabe rómo continuar :V además no puedo entrar al discord y tengo mala conexión y aún no casa...pero bueno.

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Atragantándose un poco tomando tanta agua, el visitante se dirigió al escéptico ... ¿Duende? Que lo miraba con desconfianza:

- ¿A esta qué le pasa? No quiero nada de lo que hay aquí, por si no lo notaron, soy rico -Aclaró señalando sus ropas hechas harapos y su ornitóptero dorado- Bueno... era, antes de gastarme todo mi dinero para llegar tan lejos...

El orejilargo lo miraba de arriba abajo sin mediar palabra, como pensando si echarlo a la calle o intentar asaltarlo (?)

- Bueno, de cualquier modo... si lo que les interesa es el dinero, estoy en una investigación... que el gobierno de Macraioni no quiso financiar, ¡Para encontrar debajo del lago de cristal una legendaria máquina perdida! Saben... cristal... arena... el cristal es arena fundida... mi tésis es que detrás del fondo del lago hay una enorme construcción antigua, que mencionan las crónicas de Nubia como un fenómeno capaz de enviar una columna de luz al cielo... -El ornitóptero afirmaba frenéticamente, como si compartiera el entusiasmo- Oye... ¿Me escuchas? Esto podría valer dinero... mucho dinero...